Las luchas de ser una mujer que es demasiado abierta sobre sus emociones
No es fácil ser mujer y ser abierta sobre tus emociones. Es como si estuvieras condenado si lo haces y condenado si no lo haces. Si no compartes tus emociones, eres visto como alguien frío e inaccesible. Pero si compartes tus emociones, eres visto como débil y vulnerable. Es una situación sin salida.
Las mujeres siempre son estereotipadas como demasiado sensibles y emocionales, y aunque eso es BS para muchos, para algunos de nosotros, en realidad es bastante cierto. No pretendemos ser muy intensos al expresar nuestros sentimientos, simplemente no podemos evitarlo y, a veces, la vida se vuelve un poco rara por eso.
La gente piensa que estamos locos o somos molestos.
Todos tenemos problemas para compartir, pero no todos quieren escucharlos. Tendemos a desahogarnos con cualquiera que escuche nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias y, desafortunadamente, a algunas personas realmente no les gusta.
Revelamos demasiado demasiado pronto.
Nos sentimos demasiado cómodos contando toda la historia de nuestra vida y puede parecer demasiado pronto. No pretendemos ser tan abiertos, pero nos gusta ser sinceros sobre quiénes somos, y esa intensidad puede asustar un poco a algunas personas.
A veces nos jodemos a nosotros mismos.
Hay ciertas áreas en nuestras vidas en las que no deberíamos abrirnos tan rápido, como en un ambiente de trabajo o cuando empezamos a salir con alguien nuevo. Hay algunas líneas que no deben cruzarse hasta que realmente nos sintamos seguros de compartir emociones específicas. Desafortunadamente, no siempre resulta así.
Los chicos pierden interés fácilmente.
Ser demasiado abierto puede alejar a algunos chicos y hacer que pierdan interés. No dejamos mucho espacio para el misterio si contamos demasiado, pero no podemos evitar derramar nuestras tripas cuando realmente nos gusta un chico. Es una señal de que nos sentimos bien acerca de cómo van las cosas, pero es posible que él no lo vea de esa manera.
Todos conocen nuestros secretos, pero nosotros no conocemos los de nadie más.
El hecho de que estemos abiertos a compartir cómo te sientes no significa que otras personas estén dispuestas a hacer lo mismo. No queremos terminar siendo la persona de la que todo el mundo sabe todo, así que tratamos de guardarnos algunas cosas, lo cual es más fácil decirlo que hacerlo.