La delgada línea entre el realismo y el pesimismo y cómo notar la diferencia
El pesimismo y el realismo son dos perspectivas que a menudo pueden confundirse. El pesimismo se caracteriza por una visión negativa de la vida, creyendo que sucederá lo peor. El realismo, por otro lado, se basa en una visión más imparcial del mundo; reconoce lo bueno y lo malo, pero no se detiene en ninguno de los dos. Para saber la diferencia entre estas dos perspectivas, es importante considerar cómo cada una afecta su toma de decisiones. Si te encuentras constantemente preocupado por el futuro y por lo que podría salir mal, es posible que seas pesimista. Si eres capaz de dar un paso atrás y evaluar una situación sin dejar que tus emociones nublen tu juicio, es probable que seas realista.
¿Sabes cómo la gente explica la diferencia entre optimistas y pesimistas si ven el vaso medio lleno o medio vacío? Bueno, a veces hay otra forma de ver las cosas. A veces, una persona simplemente ve las cosas exactamente como se presentan, y eso no necesariamente las convierte en pesimistas, las convierte en realistas. La vida es dura y está llena de altibajos. cosas malas hacer sucederá, y siempre habrá situaciones difíciles, pero todo es cuestión de perspectiva. Aquí hay 7 diferencias entre un realista y un pesimista, porque a veces es una línea muy fina.
Los realistas aceptan sus defectos; los pesimistas se menosprecian por ellos.
La actitud y la perspectiva lo es todo. Si eres pesimista, entonces tienes pensamientos negativos que no desaparecerán sin importar las probabilidades. Si eres realista, solo estás llegando a un acuerdo y aceptando una situación en lugar de sentir que fue culpa tuya o de otra persona.
Los realistas saben que nadie es perfecto; los pesimistas menosprecian a los demás debido a sus propias deficiencias.
La miseria ama la compañía. Un pesimista es intencionalmente negativo y difunde sus opiniones negativas a las personas todo el tiempo. No hay lugar para personas así en tu vida, porque el mal humor es contagioso y puede y te afectará en algún momento.
Los realistas miran las situaciones lógicamente; los pesimistas asumen automáticamente lo peor.
Si eres médico, miras los síntomas y el diagnóstico. Si eres matemático, miras los números y las fórmulas. De cualquier manera, solo somos humanos y tenemos sentimientos, pero no debemos permitir que esos se interpongan en el camino de los hechos. Los realistas observan los hechos y pueden separar sus sentimientos y opiniones de esos hechos. No significa necesariamente que sean pesimistas, solo son realistas.
Los realistas respetan las diferencias de opinión; los pesimistas ven los desacuerdos como ataques personales.
Muchas veces, el mal humor está relacionado con lazos emocionales. Cuando algo sucede y toca un nervio en su doloroso pasado, entonces puede hacer que alguien se vuelva negativo y pesimista. Los realistas no están involucrados emocionalmente en expresar sus opiniones, y saben cómo neutralizar la situación. Los pesimistas suelen tener algún tipo de conexión con una situación que puede traer problemas no resueltos de sus vidas.
Los realistas combaten los problemas de frente; los pesimistas a menudo se sienten desesperanzados y perdidos.
Todos necesitamos algo en nuestro amor para seguir adelante durante una crisis: fe, esperanza, amor o lo que sea que te ayude a salir adelante. Sin embargo, los pesimistas no usan esos recursos adicionales; simplemente ven un caso perdido. Los realistas no lo llaman un caso perdido, sino un caso con el que tienen que lidiar.