Soy totalmente autosuficiente, pero todavía necesito un compañero que me apoye
Soy una persona independiente que es capaz de cuidar de sí mismo. Aunque no necesito a nadie que me cuide, sigo queriendo una pareja que me apoye y pueda ayudarme cuando sea necesario.
No soy el tipo de chica que necesita la tranquilidad constante de su novio para saber ella es asombrosa . Siempre he tenido la confianza y el impulso para dar lo mejor de mí, pero al final del día, todavía necesito el apoyo de mi muchacho cuando llegue a casa. ¿Por que eso es un problema?
AÚN TENGO MIS INSEGURIDADES.
Es cierto que tengo mucha confianza, pero eso no significa que no tenga que luchar contra las inseguridades. Por lo general, elijo abrazar mis defectos, pero a veces tengo días malos en los que no puedo silenciar la negatividad en mi propia cabeza. A veces necesito la seguridad de que todas estas limitaciones están, de hecho, solo en mi cabeza. La tranquilidad de mi chico no es la base de mi confianza en mí mismo, pero seguro que puede aumentar mi confianza cuando más la necesito.
NO SOY SUPER MUJER.
El hecho de que no necesite a nadie más para lograr el éxito por mí no significa que sea sobrehumano y que pueda ser todo para todos las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Es muy fácil para mí sobrecargar mi horario, agotarme con demasiados compromisos o simplemente no dar lo mejor de mí a veces. Todavía me encanta acurrucarme con mi chico en el sofá y olvidarme del mundo cuando estoy delgada.
A VECES SOY DURO CONMIGO MISMO.
Tengo estándares muy altos para mí mismo, lo que significa que, como la mayoría de las personas, soy mi peor crítico. A veces lo llevo demasiado lejos y termino castigándome por errores o circunstancias que no puedo cambiar. A veces necesito un chico que me tranquilice, que me recuerde que no tengo que ser perfecta y que estoy haciendo un buen trabajo. Sin esa voz que me diga lo contrario, realmente puedo desgastarme con las críticas.
EL MUNDO PUEDE SER CRUEL.
El mundo no piensa que soy especial ni hace todo lo posible para que me sienta valorado o cómodo. Mis días buenos son buenos, pero a veces llego a casa totalmente desanimado por lo que pasó durante el día. Mi hombre es la única persona en el mundo que me ve en mis altibajos y todavía piensa que soy increíble. Poder escuchar su voz y ver la forma en que me mira puede ayudarme a recordar que soy especial para alguien y está bien si no lo es para todos.
TENGO MUCHAS METAS.
A veces no necesito tanto el consuelo de mi chico como la retroalimentación. Cuando llego a casa con la cabeza llena de ideas, necesito que él me ayude a ordenar mis pensamientos y rebotar ideas. Me ayuda a organizar lo que tengo en mente y me hace responsable de mis objetivos. Lo mantengo al tanto de todo en lo que estoy trabajando y él me ayuda a mantenerme enfocado en esas cosas. Él conoce todos mis malos hábitos, dónde me quedo corto y evita que caiga en mis propias trampas.