Te di lo mejor pero obtuve lo peor a cambio
Apesta cuando pones todo de ti en algo y no obtienes lo mismo a cambio. Pones tu corazón y tu alma en algo, esperando el mismo nivel de compromiso a cambio, pero en cambio obtienes lo mínimo, o peor aún, nada en absoluto. Eso es lo que se siente ser defraudado por alguien que pensabas que nunca te haría mal.
Siempre he sido una persona desinteresada. Particularmente en mis relaciones románticas, tengo la costumbre de dar todo lo que tengo sin esperar nada a cambio. Y cuando se trataba de nuestra relación, lo aprovechaste al máximo. Gasté tanta energía dándote todo lo que pude que no me di cuenta de que me estaba perdiendo en el proceso.
No puedo culparte por todo.
No es tu culpa que quisiera arreglarte o que realmente creyera que podrías convertirte en la persona en la que esperaba que te convirtieras. No tuve otras experiencias con las que pudiera compararte. Es mi culpa que estuviera tan desesperada por convencerme de que estaba feliz de haberme negado a ver la verdad.
Pero hay muchas cosas por las que puedo culparte.
Cuanto más intentaba asegurarme de que podías ser lo que necesitaba, más demostrabas que estaba equivocado. Cuanto más caí y más te dejé entrar, más me alejaste. Cuanto más puse en la relación, menos diste. Y esas son cosas que PUEDO ponerte.
Todo lo que quería era ser tu todo.
Fui tonto e ingenuo, pero sobre todo, estaba orgulloso de ser tuyo. Nuestros buenos momentos me pusieron tan alto que flotaría durante días hasta que me derribaras. Cada vez que parecía que habíamos doblado una esquina, me enviabas dando vueltas en la otra dirección.
Te hice mejor.
Aunque nunca me trataste como me merecía, te hice mejor. No podía cambiar quién eras como persona, pero todos vieron las pequeñas mejoras en ti cuando yo estaba cerca. Y mientras te veía convertirte en un mejor hijo, un mejor amigo y una mejor persona, esperé pacientemente a que te convirtieras en un mejor hombre. Pero nunca sucedió.
Nunca fuimos equilibrados.
No importaba que yo fuera tu mayor fan, tu apoyo inquebrantable o tu mejor amigo. No importaba que te diera consejos y te consolara cuando lo necesitabas. Porque cuando llegó el momento, no hiciste ninguna de esas cosas por mí. Hice todo lo que pude por ti, pero nunca fuiste mi todo , y no intentaste serlo.