Padre de cuatro hijos decapita a dos de sus hijos y obliga a los otros dos a vivir con los cuerpos

Es la pesadilla de todos los padres hecha realidad: un padre de cuatro hijos decapitó a dos de sus hijos y obligó a los otros dos a vivir con los cuerpos. Es un crimen espantoso e impensable que ha dejado a la comunidad tambaleándose.

Un hombre de California fue arrestado después de que presuntamente decapitó a dos de sus hijos y obligó a los otros dos a vivir con los cuerpos durante cinco días. Se dice que Maurice Jewel Taylor Sr., de 34 años, de Lancaster, mató a su hijo de 12 años, Maurice Jr., y a su hija Maliaka, de 13, y mantuvo sus cadáveres en la casa con sus hijos de 8 y 9 años. hijos, mostrando a los niños los cuerpos antes de encerrarlos en su habitación sin comida, Los Ángeles Times informes.

El horror se desarrolló después del Día de Acción de Gracias. Se dice que los asesinatos ocurrieron el domingo 29 de noviembre, aunque no fue hasta cinco días después, luego de que varios de sus clientes contactaron a la policía para informarles que no habían podido comunicarse con Taylor durante varios días. Taylor trabaja como entrenadora personal y había estado realizando sesiones a través de Zoom, según ABC7 .

Las autoridades no lo revisaron hasta que llamaron por una posible fuga de gas. Fue necesario que uno de los clientes de Taylor, el escritor y abogado Howard Kern, llamara al Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles e informara sobre una supuesta fuga de gas para que cualquiera pudiera ir a la casa a revisar las cosas. 'Dije: 'Estoy preocupado'', recordó Kern al LA Times . “Nos preocupa una posible fuga de gas. Hay cuatro niños y dos adultos, y nos preocupa su seguridad”.

El departamento de bomberos descubrió los cuerpos en la casa. Ambos niños estaban en habitaciones separadas y habían sido apuñalados, aunque las autoridades no están seguras de si fueron decapitados después de su muerte o antes. Hasta el momento no se conoce el móvil del crimen.



Los antiguos clientes de Taylor quedaron atónitos. Uno de ellos describió al entrenador como 'suave' y 'tan confiable, tan receptivo'. No tenía antecedentes documentados de violencia de ningún tipo, lo que hizo que sus horribles actos fueran mucho más impactantes.