El novio que le apagó cigarrillos a su novia y le echó lejía evita ir a la cárcel
El hombre que causó quemaduras químicas a su novia al apagarle cigarrillos y verter lejía sobre ella se salvó de la cárcel. El juez dijo que el hombre había mostrado 'un alto grado de remordimiento' y había asumido la responsabilidad de sus acciones.
Un novio abusivo que aterrorizó a su novia al apagar cigarrillos en su cuello y verter lejía sobre ella de alguna manera logró evitar la cárcel. Ryan Barr, también conocido como Romeo Barr, sometió a las mujeres no identificadas a abusos 'repugnantes', y la joven de 24 años fue declarada culpable de comportamientos que incluían escupirla, patearla y morderla en la cara, e incluso golpear a su perro en frente. ella, la Espejo informes. El hombre de Liverpool en el Reino Unido incluso la obligó a pedir préstamos, endeudándola. Sin embargo, no pasará ningún tiempo en la cárcel ya que un juez cree que ha cambiado de forma.
Tiene un historial de manipulación. Él Liverpool eco informa que Barr conoció a la víctima en 2018 y después de que comenzaron a salir, rápidamente la invitó a mudarse a su casa en Four Acre Lane, Clock Face, St. Helens. Sin embargo, como reveló la fiscalía durante su juicio, no pasó mucho tiempo antes de que las cosas se “deterioraran” severamente. La fiscal Louise McCloskey le dijo a la corte: “La acusada se volvía agresiva con la bebida, la llamaba con nombres como 'escoria', le escupía y tiraba cosas. Este comportamiento luego comenzó a desarrollarse incluso cuando el acusado no estaba bebido”.
Barr era 'celoso y controlador'. Barr no solo abusó físicamente de la víctima, sino que también le prohibió salir con amigos e ir a clases universitarias, así como monitorear su teléfono. A veces se ponía tan celoso que rompía su teléfono y pasaba gran parte de su tiempo 'enojado y malhumorado' con ella.
El abuso que describió la víctima fue terrible. Se dice que Barr le arrojó agua fría mientras estaba en la ducha y luego la pateó en la cara cuando se agachó para recoger una toalla. Cuando ella lloró, él le dijo que no se sentía mal por ella. La fiscalía también reveló que la víctima describió haber sido “golpeada con un cepillo para el cabello o con un control remoto, que le jalaran el cabello, que le apagara cigarrillos en la espalda o en el cuello cuando ella dormía, y una ocasión en la que le echó lejía y ella describió Le tomó días eliminar el olor de su cuerpo”.
Él abusó de ella por última vez en 2018. El 4 de julio de 2018, la víctima fue con unos amigos a una discoteca de Liverpool y “el imputado la vio, le escupió y le mordió la mandíbula, siguió a la denunciante hasta el piso donde se alojaba en la universidad y el personal de seguridad le hizo vete.' Más tarde obtuvo una orden de protección contra él, que violó dos veces.